martes, 31 de marzo de 2015

Roscos de anís (thermomix)

¡Y llegó la Semana Santa! Santa no sólo por lo religioso, sino por lo esperado... esperadas vacaciones, esperada primavera, y por suerte, ¡maravilla de tiempo que está haciendo! A mi, la verdad, es que este tiempo me cambia el estado de ánimo, me entran más ganas de salir, de pasear, de hacer cosas... a pesar de mi incipiente barriguita de casi 5 meses. Quizá por eso también la alegría se me nota en la cara.
 
¡Y qué hay más típico de nuestra Semana Santa que los roscos! Porque en el cole ya hemos decorado huevos de Pascua, pero aquí en casa estos días toca lo "typical Spanish": los roscos, las torrijas y la leche frita, como tiene que ser, y como viene siendo tradición desde hace años en casa de mi madre. La verdad es que yo casi disfruto más haciéndolos que comiéndolos, pero claro, luego las buenas merendolas no te las quita nadie...
 
Los roscos que hemos hecho son de anís, que son mis preferidos, aunque los hay de muchas clases. La verdad es que además del sabor tan rico quedan esponjosos y tiernos, ¿queréis probar? ¡Pues adelante!
 

Ingredientes  (para unos 30 roscos):
 
- 200 g. de azúcar
- La piel de un limón
- 100 g de aceite de girasol o de oliva suave
- 3 huevos
- 100 g de licor de anís
- anís en grano o matalahúga al gusto
- 500 g de harina
- 1 sobre de levadura química
- 1 pellizco de sal
- aceite de girasol o de oliva suave para freír
- azúcar y canela para rebozar
 
Elaboración:
 
1. En primer lugar, con el vaso bien seco, pulverizamos el azúcar y lo hacemos glass (20 segundos a velocidad progresiva 5-10). A continuación añadimos la piel del limón, sólo lo amarillo, y pulverizamos de nuevo 20 seg. velocidad 5-10.
2. Agregamos el aceite, los huevos y el anís de licor y mezclamos 10 seg. velocidad 6.
3. Incorporamos la mitad de la harina, el sobre de levadura, el pellizco de sal y el anís en grano. Mezclamos 8 seg. velocidad 6.
4. Añadimos el resto de la harina y mezclamos 15 seg. velocidad 6, y seguidamente amasamos en velocidad Espiga durante 20 ó 30 segundos. La masa ha de quedar blanda, más bien pegajosa, pues se debe manejar siempre con los dedos mojados en aceite. De hecho, cuanto más dura y más seca quede, más duros y secos quedarán después los roscos... Así que ya sabéis, masa trabajosa pero roscos ricos, jeje.
5. Sacamos la masa del vaso y la dejamos reposar por lo menos una hora (se puede obviar este paso, pero siempre es mejor). Pasado este tiempo, pasamos a formar los roscos y a freírlos. Se pueden hacer uniendo dos bolitas de masa y haciendo un agujero en el centro, abriéndolas un poco, o con una sola bola más grande (yo las prefiero así, que parecen casi más un donut).
6. Se fríen en abundante aceite con la precaución de que ésta no esté demasiado caliente, porque de otro modo se nos quedará la masa cruda por dentro, y se ponen sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Ya por último, se rebozan en azúcar y canela estando aún calientes.
 
Conservadlos en una bolsa de plástico o en un recipiente bien tapado.
 
Os muestro el "despiporre" de dulces tanto en casa de mi madre como en la mía, desde luego variedad no faltó:


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