Croquetas de jamón y pollo (con Thermomix)

¿Existe alguien a quién no le gusten las croquetas? A mi desde luego me vuelven loca, ¡y si hay variedad mejor! De jamón, de pollo, de calabacín, de pescado... Mi madre las ha hecho toda la vida en sartén, y desde luego que están espectaculares, pero lo cierto es que hacer la masa con Thermomix es muy cómodo porque no requiere estar removiendo durante largo rato, y salen igual de bien. Se programan los minutos necesarios y ¡listo! Yo les doy la forma a mano, porque me encanta que queden todas igualitas, y después. a la hora de freírlas, es importante que el aceite esté bien caliente y a temperatura constante para que no se abran. Lo mejor es que congelan de maravilla y simpre gusta abrir tu congelador y tener croquetas hechas en casa para consumir cuando más te apetezca así que...¡manos a la obra! o mejor.... ¡a la masa!

Ingredientes:

• 250 g de pollo (puede ser pollo asado o simplemente cocinado a la plancha)
• 200 g de jamón serrano
• 200 g de harina
• 800 ml de leche
• 130 ml de aceite de oliva
• 1 cebolla
• sal y nuez moscada 
• huevo y pan rallado para rebozar
• aceite para freír (yo uso de oliva suave).

Elaboración:

1. Picamos el pollo ya deshuesado y el jamón con golpes de turbo y reservamos.

2. Sin lavar el vaso, picamos la cebolla cortada a cuartos, 5 segundos en velocidad 5. Agregamos el aceite y programamos 8 minutos, varoma, velocidad cuchara y sin cubilete.

3. Incorporamos la harina y se tuesta durante 3 minutos, temp. Varoma, velocidad 3.

4. Añadimos la picada de pollo y jamón que teníamos reservada, junto con la leche, y un poco de sal y nuez moscada, y programamos 12 minutos, Varoma, velocidad 2, dejando la espátula metida por el bocal, para que se vaya removiendo la masa. El tiempo puede variar un poco. El objetivo es que la masa prácticamente se despegue del fondo al volcarla. Si vemos que necesita algo más, se puede dejar unos minutos.

5. Vertemos la masa en una fuente y la extendemos con la espátula, dejándola enfriar antes de llevarla al frogorífico durante varias horas, incluso mejor si es de un día para otro. Hay quien prefiere meterla en una manga pastelera, para luego ir haciendo "churros" de masa y cortarlas iguales, aunque yo prefiero de forma tradicional, en la fuente y cogiendo porciones de masa con la cuchara.

6. Pasado el tiempo de reposo, damos forma a las croquetas. Como os he dicho, de forma tradicional lo que hago es coger porciones de masa con una cuchara más o mismo de igual cantidad, pasar por harina, dar forma con las manos y a continuación pasar por huevo y por último por pan rallado. Las voy colocando todas en fila de esta manera, para hacer paquetitos que luego levo al congelador:

Una vez congeladas, se golpea el paquetito contra la encimera y las croquetas ya congeladas se despegan, de manera que las paso a una bolsa de congelación para así poder freír las que necesite.

7. Ya sólo nos queda freírlas en abundante aceite bien caliente y lo mejor... ¡disfrutar! Ya veréis que quedan rebozadas con una costra crujiente riquísima.