En mi cocina soy feliz: Cinamonn rolls o rollitos de canela (con Thermomix)

Los famosos cinamonn rolls son unos rollitos de canela glaseados que están deliciosos y no son difíciles de preparar, aunque como toda la bollería, necesita de unos tiempos de levado. Son típicos de Estados Unidos, aunque en otros países hay bollos muy similares. A los que hayan probado el Kringle Estonia puede ser que el sabor les recuerde al mismo, porque lleva también esa pasta con canela untada para el relleno y son un dulce ideal para acompañar un café en una merienda.

Ingredientes:

Para la masa:

550 de harina de repostería.

25 gr de levadura fresca de panadería.

300 ml de leche.

75 gr de azúcar.

75 gr de mantequilla a temperatura ambiente.

1 pizca de sal.

1 huevo batido para pincelar los rollitos.

Para el relleno:

75 gr de mantequilla derretida.

4 cucharadas de azúcar.

4 cucharadas de azúcar moreno.

Para el glaseado:

100 gr de queso crema tipo Philadelphia.

100 gr de azúcar glas.

Elaboración:

Para preparar la masa, vertemos la leche y la mantequilla en el vaso de la thermomix y programa 3 minutos, 37º, velocidad 4. A continuación añadimos la levadura y mezclamos a velocidad 5 unos segundos.
Añadimos la harina, el azúcar y la sal y programamos 4 minutos, vaso cerrado y velocidad espiga (¡ojo, porque la máquina se mueve mucho! Sujetadla por si acaso). Dejaremos reposar la masa dentro del vaso hasta que doble su volumen, aproximadamente una hora, dejando el vaso en un lugar cálido o cubriéndolo con un paño de cocina.
Durante el tiempo de levado, mezclamos el azúcar blanco, el azúcar moreno y la canela con una cuchara en un recipiente y reservamos.
Una vez transcurrido el tiempo de levado, sacamos la masa del vaso quitándole un poco el aire con los dedos y la colocamos sobre nuestra mesa o encimera que habremos espolvoreado con harina, para que no se pegue. La estiraremos con las manos y, con la ayuda del rodillo, formaremos un rectángulo grande, que pincelaremos por toda su superficie con la mantequilla derretida.
Espolvoreamos el rectángulo de masa con la mezcla de azúcares y canela que teníamos reservada y ya podemos enrollar con mucho cuidado por el lado más largo, formando un rollo grande, hasta llegar al extremo. Hay que intentar que quede bien apretadita para que luego no queden demasiados huecos en nuestros rollitos.

Con un cuchillo afilado, cortaremos porciones de masa de unos 5 cm aproximadamente y los iremos colocando sobre una bandeja de horno con papel vegetal con una pequeña separación para que al aumentar su volumen queden pegaditos unos a otros. Los tapamos con film transparente y dejamos reposar una media hora.

Precalentamos el horno a 250º con calor arriba y abajo. Pincelamos los rollitos con huevo batido y horneamos durante 8 o 10 minutos (si nos pasamos, puede que queden muy secos).

Mientras tanto podemos preparar el glaseado, batiendo en un recipiente el queso crema junto con el azúcar glass y el agua caliente hasta conseguir una crema homogénea.
Sacamos los rollitos del horno y estando aún calientes vertemos el glaseado sobre cada uno de ellos.